14 Mai Huella de Carbono Digital
SÍ, Usar Internet, CONTAMINA
Cada vez que enviamos un email, o un mensaje por Whatsapp, o vemos un video en cualquiera de las plataformas de streaming, estamos utilizando la energía que hace que ese dispositivo o aparato electrónico funcione, así como también aquellos servidores (que trabajan 24 horas al día, los 7 dias de la semana, sin apagarse, para mantener en pie todos los datos que subimos ‘a la nube’). Este uso de energía proviene del petróleo, que en su transformación se convierte en este gas tan menos preciado por el planeta.
Cada búsqueda en Google genera 0,2 gramos de CO2. Los millones de e-mails que se envían cada segundo, generan 4 gramos. Y, ojo, porque buena parte de ellos son correo no deseado y spam. Usar Facebook durante un año, produce casi 300 gramos de CO2 por persona. Con estas cifras, multiplicadas por millones de personas, es fácil entender que nuestra vida digital deja su huella en el medio ambiente.
Se calcula que ya un 2% de los gases contaminantes provienen del entorno TIC. Vamos!! que cada tuit o cada foto almacenada en la nube aportan al calentamiento global. Pero, para darse cuenta de la enorme dimensión del problema, solo hay que pensar en la cantidad de servidores que hay por todo el planeta para sostener los miles de servicios que usamos a diario.
Con los buscadores pasa algo muy gráfico: para devolvernos la respuesta a nuestra consulta lo más rápido posible, pueden usar un servidor ubicado a decenas de miles de kilómetros. La experiencia de usuario/a mejora con la respuesta del servidor más veloz, sí, pero su uso consume más energía si está lejos. ¡Y ni siquiera hemos mencionado aún la importancia de su refrigeración!
Un informe de Greenpeace de 2017, declaraba que el 8% del gasto de energía mundial provenía del uso de la tecnología. Si bien esto nos parece algo imposible, debemos tomar consciencia de que la energía necesaria para que nuestros dispositivos funcionen implican un consumo de energía dispuesta para los servidores
¿QUÉ SOLUCIONES HAY PARA REDUCIR NUESTRA HUELLA DIGITAL DE CARBONO?
A la pregunta de qué podemos hacer como personas usuarias, hay unos cuantos cambios que reducirán nuestra huella:
· Date de baja de newsletters
Seguro que hay montones que nunca abres o que eliminas directamente. Dándote de baja, además de tener una bandeja de entrada más limpia, evitarás envíos inútiles de e-mails. Recuerda que por cada correo que dejamos de recibir, evitamos la emisión de CO2.
· Utiliza Internet con sentido común
Navegar durante horas entre gatitos de Instagram o estar pendiente de cada actualización de Facebook no le sale gratis al planeta. Lo más importante es ser conscientes de nuestra responsabilidad como personas consumidoras, sea de servicios, de productos o de contenidos.
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